La trágica muerte de Aldo Sarabia integrante de la banda El Recodo. #ElRecodo
Aldo Sarabia García nació en 1963, era trompetista, percusionista y presentador de “La Madre de Todas las Bandas”, la Banda El Recodo. Falleció a los 52 años víctima de un crimen pasional.
Aldo Sarabia fue uno de los integrantes más longevos de “El Recodo”, con 25 años de trayectoria. Estaba casado con con Alma Delia Chávez Guerrero y era padre de Ernesto, Aldo Jr. y Estrellita, vivía en Mazatlán y viajaba por México y los Estados Unidos en presentaciones con la banda. Quienes lo conocieron lo describían como un tipo detallista, trabajador y muy bromista.
El 14 de octubre de 2014 la familia dio a conocer que el músico estaba desaparecido, y los integrantes de la banda estaban sorprendidos por haber perdido la comunicación con él, y comenzó la búsqueda por parte de las autoridades del gobierno de Sinaloa. En las investigaciones e interrogatorios, comenzaron las sospechas de una importante integrante de la familia: Su esposa, Alma Delia Chávez Guerrero. El titubeo en su declaración, y el hallazgo de cartas que intercambiaba con otro hombre, Yahir Alfredo Sandoval Estrada, un carnicero de profesión, y amante de la esposa de Aldo.
Yahir Sandoval declaró haber sido partícipe en el homicidio de Sarabia. Él y Alma Delia Chávez se conocieron cuatro meses antes de que todo sucediera, porque Yahir era novio de su prima, pero el “amor a primera vista” contado en las cartas, dio la pauta para comenzar una historia de amor. La relación comenzó a distancia y después de casi dos meses, él se mudo a Mazatlán y tomó un tinte más serio.
El 13 de octubre ella recibió un mensaje de Aldo, donde le informaba que ya estaba por regresar a Mazatlán, así que Alma Delia y Yahir planearon cómo deshacer de él. El 14 de octubre Alma Delia fue por Aldo Sarabia al aeropuerto, y él le entregó un ramo de rosas; Acto seguido ella le pidió que la llevar a desayunar a “La Tuna”, una comunidad a unos kilómetros de Mazatlán, y ya de camino, Alma Delia provocó una discusión, y fue cuando salió de la parte de atrás de la camioneta Yahir Sandoval, para golpear a Aldo, obligarlo a descender del vehículo, y en una acalorada discusión le confesó su amor por Alma Delia, para después dispararle en el cuello para matarlo.
Los amantes subieron el cuerpo a la camioneta y buscaron un camino de terracería en donde cavaron una fosa y echaron al músico. La pareja regresó a Mazatlán, y se dirigieron a un hotel para limpiar huellas en ropa y camioneta. Alma utilizó ese amor desaforado que le tenía Jair, para deshacerse de su esposo. Al ser interrogados, Jahir Sandoval confesó el crimen y el 22 de octubre llevó a las autoridades al lugar donde había enterrado el cuerpo de Aldo Sarabia.
En un principio Alma Delia Chávez se negó a declarar, y Yahir dijo que se había tratado de un accidente. Después, Alma aseguró que su hija de 12 años y ella habían sufrido violencia física y sexual a manos de su marido, por ello lo asesinó. Familiares del músico aseguraron que lo dijo con tal de que su pena fuera menor. Finalmente, confesó que tenía más de 4 meses planeando su asesinato.
La pareja de amantes fueron detenidos y sentenciados; él por homicidio agravado con premeditación, y ella fue encontrada culpable por ser cómplice y autora intelectual de este crimen, y su pena no será menor a 30 años.
La Banda El Recodo, una de las grandes agrupaciones de música grupera de todos los tiempos, lanzaron un comunicado que decía: «Aldo, aunque estamos devastados por tu perdida, la vida nos obliga a ser fuertes y refugiarnos en los hermosos momentos que vivimos junto a ti.» y organizaron un funeral al que asistió mucha gente cercana a la familia y al gremio musical.
Ocho meses después del homicidio de Aldo Sarabia García, su viuda y cómplice de su asesinato, Alma Delia Chávez Guerrero, contrajo matrimonio en el penal de Mazatlán en donde está presa. Su nuevo esposo es un interno del lugar, del que se desconoce el nombre, pero no es Yahir Alfredo Sandoval, el presunto homicida de su esposo y hasta hace unos meses su pareja sentimental.